Sierras de Guasayán

foto de Sierras de Guasayan

En la inmensa llanura santiagueña, se destaca entre las pocas elevaciones del terreno, la Sierra de Guasayán. Al acercarse, llama la atención la exuberancia de la vegetación. Su color verde intenso la destaca de los llanos circundantes, agobiados por el calor y la sequía.

La razón principal de su benigno clima es la abundancia de agua que surge de manantiales y forma pequeños arroyos en las profundas quebradas.

Este microclima se ve beneficiado además, por los vientos húmedos provenientes del este, que son interceptados gracias a la considerable altura de la Sierra ( 700 metros sobre el nivel del mar). La bondad de la zona, que se levanta como un vergel en el desierto, la ha hecho refugio del hombre desde tiempos prehistóricos. Numerosas etnias aborígenes dejaron sus testimonios culturales a través de petroglifos. Por allí pasaron los primeros conquistadores españoles provenientes del Alto Perú, en busca de la legendaria Ciudad de los Césares.

En la actualidad, la población de las sierras desciende de aquellas numerosas corrientes civilizadoras. El paisaje está conformado por elementos botánicos y zoológicos característicos del Chaco Serrano. Asimismo, merced a la cercanía con las sierras de la vecina provincia de Tucumán, recibe una marcada influencia de las selvas del noroeste o Yungas, pudiéndose hallar en Guasayán especies propias de ese ambiente. Las laderas de la Sierra poseen distinta inclinación. Las que miran al este son más abruptas, mientras que las del este se confunden en un suave declive con los llanos catamarqueños.

Como Llegar

A la Sierra de Guasayán se puede llegar cómodamente por rutas pavimentadas. La principal vía de acceso la constituye la Ruta Nacional No. 64 que une la capital de Santiago del Estero con la ciudad de San Fernando del Valle de Catamarca, capital de la vecina provincia homónima. Desde el punto mencionado pueden tomarse dos vías.

En las localidades mencionadas funcionan modestos hoteles y paradores donde podrá adquirir productos regionales. La segunda vía consiste en continuar por la Ruta 64, cruzando transversalmente la serranía.

A lo largo del recorrido, nos llamará seguramente la atención, el verdor de los paisajes de magnífica belleza, en un marco de tupidos bosques de aspecto selvático. La ruta con numerosas curvas y contra curvas, discurre entre cerros, quebradas y rojizos paredones que caen a pique. Existen asimismo, caminos vecinales secundarios que podrán recorrerse con un vehículo apropiado.

En las cercanías de Villa La Punta se encuentra un camino de tierra que no dará una visión más íntima y agreste de la Sierra. De vez en cuando se ven humildes ranchos y rebaños de cabras. Los tupidos bosques de las quebradas albergan a numerosas aves silvestres, atractivas para los observadores y naturalistas. Superado el punto de mayor altura de la sierra, se observa hacia el oeste el suave declive de la misma y el cambio abrupto de la vegetación. Luego de unos 30 kilómetros , el camino se conecta con la Ruta 64.

Cantidad recomendada de días: 2 a 4.

Vestimenta y equipo recomendado: Si es invierno (julio a septiembre), llevar ropa de abrigo. Si es verano (diciembre a marzo), un abrigo liviano para la noche será suficiente. Además, ropa cómoda preferentemente de colores claros, repelente, protector solar, lentes de sol, sombrero o gorro. Llevar un calzado adecuado para la actividad a realizar. Qué hacer: Senderismo, avistaje de aves, disfrutar un sitio arqueológico y un balneario de río.